Y con la comida de hoy damos por finalizada la temporada de gula. Han sido días de muchos (¿quizá demasiados?) excesos. Entre las comidas y cenas familiares de las fechas señaladas, la del trabajo, las de los diferentes grupos de amigos… no es extraño que el típico propósito de año nuevo de “este año sí que sí me pongo a dieta” se posponga al 7 de enero.
Ahora toca ponerse con las sobras. Las de la “comida regular” no será complicado administrarlas pero, ¿?y las de los dulces? ¿Qué hacemos con del excedente de turrones/mazapanes/tostadas/polvorones? En mi caso creo que muchos de los cafés que me quedan por tomar hasta Semana Santa tendrán un toque dulce.
Aún así, el propósito de año nuevo (otra vez) esta ahí. Los años pasan, los kilos se van acumulando y, si ya es poco recomendable el sobrepeso para cualquier persona, todavía lo es menos para quienes tenemos dificultades de movilidad. Y ese problema para quemar calorías también dificulta rebajar la curva de las Navidades.
Algo habrá que hacer, es cierto. Pero también habrá que hacer algo para celebrar el cumpleaños, y está tan cerca que igual es tontería ponerse a pensar en dietas ahora, ¿no?