Mañana domingo 26 de mayo nos toca pasar de nuevo por las urnas. Solo cuatro semanas después del 28 de abril volvemos a ensobrar papeletas de tres colores: blancas para las elecciones municipales, sepia para las autonómicas y azules para las europeas. Y desde hace unos días me pregunto: ¿volverá a hacer eldiario.es otro mapa de colorines identificando qué se vota en cada barrio?
La culpa de que yo me cuestione esto la tienen dos personas en concreto: Xosé Castro y Calvo con Barba. Bueno… ellos y mi recurrente obsesión por comerme la cabeza con temas relacionados con la privacidad. Todo comienza el 3 de mayo, cuando en la página de Facebook de Xosé leo esto:
Estoy de acuerdo. El trabajo es espectacular porque de un vistazo te da una idea de lo que se ha votado mayoritariamente en cada zona. Pero mucho más interesante que el encabezado del enlace o el artículo fue leer los comentarios de la gente.
¿Esto es legal? ¿No se supone que el voto es secreto?
Mucha gente estaba preocupada por la privacidad de su voto. Evidentemente el trabajo realizado por eldiario.es es legal ya que lo único que ha hecho es plasmar visualmente el resultado los escrutinios disponibles desde las subdelegaciones de Gobierno. Pero hasta el momento en el que los datos no se muestran de manera fácilmente inteligible no nos damos cuenta de lo que está compartiendo el gobierno: los datos de escrutinio por colegios electorales. De esta manera se puede visualizar de manera muy clara qué se vota en cada barrio.
¿Por qué nos preocupa que estos datos sean públicos? ¿Tenemos miedo a que descubran lo que votamos por posibles represalias? ¿Hasta dónde prejuzgamos a una persona por la ideología política que tenga?
¿Se nos está atragantando el Big Data?
Poco después leía un artículo en el blog de @calvoconbarba titulado «No son los datos. Es la ética» en el que reflexiona sobre el uso de los datos que cedemos (muchas veces de manera inconsciente) a las grandes compañías. Ya no es el hecho de perder privacidad (¿no te gustaría que te espiara por la ventana un vecino el día que te dé un ataque al corazón?) sino qué se hace con esa información (me salvaría la vida si llama al 112). ¿Es ético que eldiario.es haya hecho ese trabajo? En mi opinión, sí. Pero claro… todo depende de la importancia que le demos, como decía antes, a la ideología política que tengan las personas de nuestro entorno.

Mi jefa sabe dónde vivo y es militante de VOX. ¿Debo estar preocupado por si peligra mi puesto de trabajo? Es una situación hipotética, pero no sería nada descabellado que ocurriese.
Y llegan las municipales. Y las europeas
«Pueblo pequeño, infierno grande» reza el dicho popular. ¿Te imaginas que esa jefa hipotética mía encabeza la candidatura de VOX en mi pueblo? ¿Y si eldiario.es vuelve a hacer este trabajo con las municipales y en mi barrio nadie vota a VOX? Puede que, ahora sí, deba preocuparme mi puesto de trabajo. Aunque, realmente, lo que debería preocuparme es que me preocupe. O estar pendiente de lo que ella pueda pensar sobre mi intención de voto. Ya… siempre queda la opción de decir que me dio pereza salir a votar con ese chaparrón que cayó, pero… ¿por qué debería mentir?